Economía y población: el caso de la migración interna

Gustavo Yamada

Dos grandes procesos históricos que han afectado a la sociedad peruana contemporánea han sido: por un lado, la constante migración del campo a la ciudad; y, por otro, los irregulares períodos de crecimiento y crisis económica del país.

Sin embargo, en la última década el Perú ha experimentado un proceso continuo de crecimiento económico. Como consecuencia, ¿cuál ha sido la tendencia reciente de migración interna dentro de nuestro país?

Hace varios lustros que no se explora este tipo de preguntas en el Perú, en parte por la escasez de información adecuada. Más bien, en los últimos años se ha comentado mucho la emigración de peruanos en búsqueda de mejores oportunidades de vida fuera del país. Así, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha estimado que cerca de dos millones se fueron del país entre 1990 y el 2007 sin pasaje de retorno y que el ritmo de emigración actual se acerca a trescientos mil peruanos por año.

No obstante, el proceso de migración más importante en el Perú ha sido interno. En 1940, cuando éramos un total de 6 millones de habitantes, la tasa de urbanización, es decir, la proporción de peruanos que vivían en las ciudades era de solo un tercio (34%). Hoy en día, de acuerdo al último Censo del 2007 y proyecciones del INEI, somos alrededor de 30 millones y tres de cada cuatro peruanos (76%) residen en las ciudades.

Encontramos que las migraciones producidas entre el 2002 y 2007, período que coincide con el inicio del auge del crecimiento económico.

En el estudio “La migración interna en el Perú” encontramos que las migraciones producidas entre el 2002 y 2007, período que coincide con el inicio del auge del crecimiento económico, fueron explicadas fundamentalmente por las expectativas de una mejora en el empleo y en las condiciones de vida en la región de destino. Casi tres millones de peruanos migraron dentro del Perú en esos cinco años en búsqueda de una mejor vida.

Efectivamente, el porcentaje de viviendas con acceso a electricidad en los distritos de destino de los migrantes fue de 70%, mientras que en sus distritos de origen era de 64%. Similares mejoras se registran en los indicadores de agua, saneamiento, escolaridad y tasa de ocupación. Por otro lado, las migraciones de carácter más forzado debido al clima de inseguridad causado por acciones terroristas, que fueron tan comunes en la década del 80, se redujeron drásticamente.

La región que atrajo más migración, en términos relativos a su población total, fue Madre de Dios (que recibió casi 15% adicional de población) evento que resulta consistente con la “fiebre del oro” de los últimos años en dicho departamento (ver Cuadro 1). Las condiciones laborales, de legalidad y sostenibilidad de dichos emprendimientos son muy discutibles, pero no se contradicen con la realidad económica de ofrecer ingresos de corto plazo mejores que la sobrevivencia en pobreza extrema en los distritos de origen.

Lima y Callao han sido desplazados a un segundo y tercer lugar como los grandes magnetos de atracción de migración en términos relativos. Evidentemente, dada la magnitud de población que ya está viviendo en Lima Metropolitana (alrededor de 8 millones), los números de migrantes en términos absolutos siguen siendo los más altos, pero eso ya lo sabíamos sin mirar el censo. La gran novedad son los resultados relativos. En tal sentido, Tacna también ha sido un poderoso imán en términos relativos.

Cuadro 4 – Migración Interna por Regiones 2002-2007
(como porcentaje de la población del 2007)
Región Migración Interna Salidas Entradas Migración Neta
Amazonas 4.9% 13.7% 5.9% -7.8%
Ancash 4.2% 7.0% 4.2% -2.7%
Apurímac 3.9% 10.0% 4.0% -6.0%
Arequipa 11.3% 5.8% 7.4% 1.6%
Ayacucho 5.4% 7.9% 4.7% -3.1%
Cajamarca 3.5% 10.2% 3.1% -7.0%
Callao 0.0% 8.7% 13.1% 4.4%
Cusco 8.6% 6.5% 3.6% -2.9%
Huancavelica 2.2% 10.5% 2.9% -7.6%
Huánuco 5.5% 9.8% 4.1% -5.7%
Ica 4.8% 6.6% 6.1% -0.5%
Junín 7.2% 9.8% 5.7% -4.1%
La Libertad 6.5% 4.2% 5.1% 0.9%
Lambayeque 3.9% 7.8% 6.5% -1.3%
Lima 1.7% 3.4% 8.0% 4.5%
Loreto 8.9% 5.5% 3.0% -2.5%
Madre de Dios 4.2% 6.3% 21.1% 14.8%
Moquegua 3.1% 7.9% 10.1% 2.2%
Pasco 4.2% 11.3% 6.7% -4.6%
Piura 3.8% 5.8% 2.7% -3.1%
Puno 4.9% 5.2% 2.0% -3.3%
San Martín 8.5% 10.3% 10.5% 0.2%
Tacna 8.1% 5.7% 10.2% 4.5%
Tumbes 2.0% 6.7% 9.6% 3.0%
Ucayali 13.8% 8.1% 8.6% 0.5%
Total 4.5% 6.2% 6.2% 0.0%
Fuente: Censo 2007

En cambio, la región que expulsó más población en términos relativos fue Amazonas (que perdió casi 8% de su población total), situación que coincide con el clima de conflictos sociales que se ha visibilizado recientemente en dicho departamento.  La ausencia del Estado, en todas sus instancias, como proveedor de servicios básicos a sus pobladores para aspirar a un nivel de vida mínimamente adecuado ayudaría a explicar tanto la emigración de esta zona de Selva como los niveles de protesta y violencia registrados en los últimos meses.

Huancavelica ocupa el segundo lugar en expulsión de población por la histórica situación de pobreza extrema que se registra en dicho departamento. Por su parte, Cajamarca, a pesar de su boom minero, se ha ubicado en el tercer lugar en términos de expulsión de población relativa, y esto es un severo llamado de atención a las autoridades regionales y locales que no han estado invirtiendo con la eficacia suficiente los ingentes recursos del canon que reciben.

La investigación concluye que los flujos migratorios recientes dentro del Perú han contribuido a una asignación más eficiente de sus recursos y a un cierto incremento en el bienestar de sus habitantes.  Una mejora adicional en los flujos migratorios se podría obtener con la producción y difusión de más información sobre la disponibilidad de oportunidades laborales, regionales y locales, y niveles de vida mejorados a lo largo de las 24 regiones del Perú.

Las migraciones internas también ayudaron parcialmente a reducir las disparidades entre regiones, ya que las remesas enviadas por los migrantes a sus zonas de origen han contribuido a aliviar la situación de pobreza en éstas. Dicho resultado positivo no exime al Estado, en sus tres niveles, de su obligación de mejorar las condiciones de vida en todos los rincones del país. En particular, una educación rural de calidad, que elimine de una vez por todas la lamentable y mayoritaria situación de escuelas con una sola aula y un solo profesor para muchos grados de primaria (¿qué se puede esperar del aprendizaje de niños que pasan varios años por esta situación?) debe ser una prioridad urgente para el país.

Yamada Fukusaki, Gustavo

Gustavo Yamada

Ph.D. in Economics, M.A. y M. Phil., Columbia University (EE. UU.).
Licenciado en Economía, Universidad del Pacífico.

Áreas de especialización:
Empleo y Economía laboral, pobreza, Macroeconomía, Microeconomía, Crecimiento y Desarrollo económico. Educación, Gasto público y objetivos de desarrollo del milenio y políticas sociales.